historia

La historia y el origen del Convento do Espinheiro está vinculado a una leyenda que informa sobre la aparición de una imagen de la Virgen en un espino, alrededor de 1400. En 1412, se construyó unacapilla en honor a Nuestra Señora y se le dio la creciente importancia de este lugar. Como punto de peregrinación, en el año 1458, durante el reinado de D. Afonso V, se fundó la iglesia y más tarde el convento, poblado por monjes de la Orden de S. Jerónimo.

El Convento de Nossa Senhora do Espinheiro fue visitado con frecuencia por nuestros reyes, especialmente aquellos de la dinastía Avis, que eran muy devotos de la Virgen, y por lo tanto prodigaban grandes regalos y privilegios para ella. Durante la expedición, Arzila D. Afonso V hizo una promesa a Senhora do Espinheiro, para ayudar a las armas portuguesas en el combate; y, en caso de que saliera victorioso, le ofreció una estatua de plata, en la que estaría representado, a caballo y vestido con una armadura blanca. Una vez conquistada la plaza, D. Afonso V cumplió conel voto.

D. João II, habiendo heredado su gran devoción por Senhora do Espinheiro de su padre, cada vez que la corte estaba en Évora, a menudo iba al convento, incluso pasaba la noche en la posada, que había construido cerca de la iglesia y donde la tenía para él. una plataforma. En este convento, las Cortes se encontraron con el-Rei en 1481.

En 1490, D. João II reunió a las Cortes en Évora para pedir ayuda para la boda de su hijo D. Afonso, con la princesa D. Isabel, hija de reyes católicos. La leyenda dice que, antes de la boda, el Príncipe D. Afonso visitó a Infanta Isabel en sus habitaciones y que tenían una «reunión». Esa misma noche, una tormenta provocó la caída de una iglesia de merlón, lo que, según los monjes, erauna señal de desagrado del cielo y castigo divino.

El Rey D. Manuel visitaba regularmente el convento, siempre trayendo valiosos regalos a la Virgen,de quien era un gran devoto. Se dice que fue en el Convento do Espinheiro que este rey recibió la noticia del descubrimiento de la India por Vasco da Gama, que no se puede dar por sentado.

D. João III, como su padre y sus predecesores, solía ir a Espinheiro. Esta preferencia por el convento lo llevó a otorgarle varios privilegios, confirmar otros y elegirlo para el panteón de sus hijos.

D. Sebastião a menudo iba de Évora a Espinheiro a pie, e hizo vida para los frailes, observando sus artesanías y prácticas en la cafetería y durmiendo en una celda simple. Este rey fue confesado a su gran amigo Frei Álvaro de Olivença, y por esa razón hizo construir una pequeña capilla, junto al presbiterio, donde también se reunió en oración.

Le gustaba mucho el convento, este desafortunado rey, que tenía una plaza de toros erigida allí, donde había razas, el propio monarca a veces corridas de toros. Estos frailes nunca dejaron de asistira los frailes y, a menudo, al cardenal arzobispo D. Henrique, por invitación especial.

En 1663, el Príncipe D. João de Austria también pasó por Espinheiro, pero en este caso el Conventosirvió como posada para el personal castellano durante la Guerra de Restauración.

Disfrutando juntos de la presencia del convento de Nossa Senhora do Espinheiro en la historia portuguesa, vemos, no sin cierta emoción, que estas piedras vieron desfilar a muchos personajes ilustres y presenciaron los anhelos y el comportamiento de muchos que nos precedieron. Reyes, príncipes, prelados, grandes señores y grandes damas de la corte, por su devoción y generosidad, hicieron del convento un centro de irradiación y refugio, por lo que podemos considerarlo inextricablemente vinculado no solo a la ciudad de Évora, sino también y con mayor amplitud a la vida de la propia corte.

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